Saltar al contenido
Índice
Descargar el ebook de DGR Descargar
Comprar el libro DGR Comprar
Aprenda Más
Involúcrate
Conectarse con DGR

P: Si desmantelamos la civilización, ¿no ocasionará la muerte de las personas en las ciudades? ¿Qué sucederá con ellos?

Derrick Jensen: No importa lo que hagas, tus manos estarán rojas de sangre. Si participas en la economía global, tus manos están rojas de sangre porque la economía global está asesinando humanos y no humanos alrededor de todo el planeta. Medio millón de niños muere cada año como resultado directo de la llamada paga de deudas de las naciones no industrializadas a las naciones industrializadas. Sesenta mil personas mueren cada día debido a la contaminación. ¿Y qué sucede con todas las personas que son obligadas a abandonar sus tierras? Ya existen muchas personas que están muriendo. No actuar ante la cara de la atrocidad no es respuesta.

La sombría realidad es que tanto el descenso energético como el colapso biótico serán mucho más severos mientras la cultura dominante continúe destruyendo las bases para la vida de este planeta. Y aún así algunas personas dirán que aquellos que se propongan desmantelar la civilización están, en efecto, sugiriendo un genocidio a escala en masa.

Los osos polares y el salmón coho estarían en desacuerdo. Las personas indígenas tradicionales estarían en desacuerdo. Los humanos que hereden lo que quede de este mundo cuando caiga finalmente la cultura dominante estarán en desacuerdo.

Yo estoy en desacuerdo.

Mi definición de desmantelar la civilización radica en quitarle a los ricos la habilidad de robarle a los pobres y quitarle a los poderosos la habilidad de destruir al planeta. Nadie más que un capitalista o un sociópata (si es que hay una diferencia) podría estar en desacuerdo.

Algunos años atrás le pregunté a Anuradha Mittal, antigua directora de Food First, "¿Acaso las personas de la India estarían mejor si la economía global desapareciera mañana?" Y ella respondió, "Por supuesto". Afirmó que los pobres alrededor del mundo estarían mejor si la economía global colapsara. Hay antiguos graneros en India que ahora exportan comida para perros y tulipanes a Europa. Los pobres del mundo rural están siendo explotados por este sistema. ¿Estarían mejor por sí solos? ¿Qué hay de los granjeros en la India que son forzados a dejar sus tierras para que Coca Cola pueda utilizar su agua? ¿Qué hay de los que recurren al suicidio por culpa de Monsanto? Una porción significante de personas en el mundo no tiene ningún acceso a la electricidad. ¿Estarían peor si el suministro de electricidad se detuviera? No, estarían mejor inmediatamente. ¿Qué hay de los indígenas de Perú que están luchando para detener la exploración petrolera de Hunt Oil en su territorio, la cual se permitió en primer lugar por los tratados de comercio entre los Estados Unidos y Perú?

Cuando se dice que, "Muchas personas van a morir", debemos definir qué personas. Hay personas alrededor del mundo que ya están sufriendo hambrunas, pero en su mayor parte no mueren de inanición; mueren por el colonialismo, porque sus tierras y su economías han sido robadas. Escuchamos todo el tiempo que el mundo se está acabando el agua. Actualmente contamos con la misma cantidad de agua que siempre hemos tenido, pero 90 por ciento del agua empleada por humanos se utiliza para agricultura e industria. Las personas mueren de sed porque el agua es robada.

Cuando le pregunté a un miembro del grupo rebelde peruano MRTA, los Tupacameristas, "¿Qué quieren para las personas del Perú?", su respuesta fue, "Lo que queremos es que se nos deje cultivar y distribuir nuestra propia comida. Ya sabemos cómo hacerlo. Sólo necesitamos que se nos permita hacerlo". En estas palabras se puede ver toda la lucha.

Yo solía creer que los pobres de las urbes estarían peor al principio, porque la cultura dominante, como cualquier buen sistema abusivo, ha transformado a sus victimas en personas dependientes del sistema para su supervivencia. Así operan los abusadores donde sea que haya abusadores, ya sean de violencia doméstica o perpetuadores a gran escala. Así funcionan los esclavizadores: hacen a los esclavizados dependientes de sus amos para sobrevivir. Una de las cosas brillantes que esta cultura ha hecho ha sido insertarse entre nosotros y nuestra auto-suficiencia, nosotros y la fuente de toda la vida. Así que empezamos a creer que el sistema provee nuestro sustento y no que el mundo real lo hace.

Pero recientemente le pregunté a Vandana Shiva, si las personas de Mumbai, por ejemplo, estarían mejor si la economía global colapsara pronto. Ella contestó que sí, por las mismas razones que Mittal lo hizo: la mayoría de los pobre en las grandes ciudades de India están ahí porque se les alejó de sus tierras porque sus tierras fueron robadas por las corporaciones trasnacionales. Sin la economía global, ellos regresarían al campo y retomarían sus tierras. Dada la opción de recuperar sus tierras o quedarse en la ciudad, casi todos preferirían regresar al campo.

Este es un número enorme de personas del que estamos hablando. La mayor parte de los pobres en las ciudades son personas que viven en los barrios bajos del tercer mundo. Eso es más de mil millones de personas, y si la tendencia continúa, ese número se duplicará en dos décadas. Muchas de estas personas fueron obligadas a abandonar sus territorios tradicionales. Los pobres serán capaces de retomar estas tierras si los gobiernos del mundo pierden su capacidad de formar arreglos colonialistas de explotación.

Además tengo otra respuesta. Conforme esta cultura colapse, la mayor parte de la miseria será ocasionada por los ricos que lucharán por mantener sus estilos de vida. Conforme esta cultura continúe colapsando, aquellos encargados de la explotación aumentarán la explotación. No culpen a las personas que quieren detener esa explotación. En su lugar, ayuda a detener la explotación que está matando a las personas en primer lugar.

Los autores de este libro no se toman a la ligera quien va a morir. En al menos uno de estos casos la respuesta es "yo moriré". Tengo la enfermedad de Crohn y mi vida depende de medicinas de alta tecnología. Sin estas medicinas moriré. Pero mi vida individual no es importante. La supervivencia del planeta es más importante que la vida de cualquier individuo humano, incluyendo la mía.

Debido a que la civilización industrial está desmantelando sistemáticamente la infraestructura ecológica del planeta, mientras más rápido caiga la civilización, permanecerá más vida posteriormente para sustentar a tanto humanos como a no humanos. Podemos proveer el bienestar de aquellos humanos que vivan durante y después del descenso energético y ecológico al preparar a las personas al futuro localizado. Podemos levantar el asfalto los lotes de estacionamiento vacíos para convertirlos en jardines vecinales, enseñarle a las personas a identificar las plantas comestibles locales para que las personas no mueran de hambre cuando ya no puedan proveerse de víveres de supermercado. Podemos empezar a establecer consejos vecinales para tomar decisiones, resolver conflictos y proveer ayuda mutua.

P: ¿Qué ha sucedido con aquellos quienes han intentado emplear violencia? Fred Hampton, Laura Whitehorn y Susan Rosenberg son sólo algunos de los muchos que han intentado emplear la fuerza y han terminado muertos, incriminados o en la cárcel. Dices que todos tenemos un rol; ¿cómo te sientes al proponer que otros hagan lo que tu no vas a hacer?

Derrick Jensen: No es una cuestión de tomar más o menos riesgos de unirte al movimiento expuesto o clandestino. Conforme la represión sea más explícita, serán las personas del movimiento expuesto quienes a menudo son los primeros en ser atacados por aquellos en el poder. Erich Mühsam era parte del movimiento expuesto. También lo fue Ken Saro-Wiwa. Muchos escritores lo han sido también. Ese es nuestro rol. Nuestro rol está en poner la diana en nuestro pecho para que podamos formar una cultura de resistencia. Nuestro rol es ser una figura pública. Y por supuesto, si eres una figura pública no puedes estar en el movimiento clandestino; debe haber un cortafuegos absoluto entre las actividades expuestas y clandestinas y sus organizaciones. Esto es la cultura de seguridad más básica.

No estamos pidiéndole a nadie que haga algo que nosotros no estamos dispuestos a hacer. De hecho, no estamos preguntándole a nadie que haga alguna acción en específico. Todos debemos encontrar nuestros propios roles, basados en nuestra evaluación personal de los riesgos que podemos tomar y nuestras habilidades y talentos.

Aquellos en el poder se lanzarán en nuestra contra si oponemos resistencia. No importa si la resistencia es violenta o no violenta. Es la resistencia misma la que trae el riesgo y represalias y es la resistencia lo que nuestro planeta necesita.