Saltar al contenido
Índice
Descargar el ebook de DGR Descargar
Comprar el libro DGR Comprar
Aprenda Más
Involúcrate
Conectarse con DGR
Deep Green Resistance cover

Deep Green Resistance (DGR) Prólogo

por Derrick Jensen

Después de todo, alguien tiene que dar el primer paso. Lo que hemos escrito y dicho también lo creen muchos otros. Simplemente no se atreven a expresarse de la manera en que nosotros lo hicimos.

—Sophie Scholl, La sociedad de la Rosa Blanca.

Este libro trata del contraataque. La cultura dominante, la civilización, está matando al planeta y ya pasó el momento para que, aquellos de nosotros que nos importa la vida en la Tierra, empecemos a tomar las acciones necesarias para detener esta cultura de destruir cada ser vivo.

Para este momento todos conocemos las estadísticas y las tendencias: 90 por ciento de los peces grandes de los océanos se han acabado, hay diez veces más plástico que fitoplancton en los océanos, 97 por ciento de los bosques nativos han sido destruidos, 98 por ciento de las praderas han sido destruidas, las poblaciones de anfibios están colapsando, las poblaciones de aves canoras migratorias están colapsando, las poblaciones de peces están colapsando, etc. Doscientas especies son acorraladas hasta la extinción cada día, todos los días. Si desconocemos esas estadísticas y tendencias resulta vergonzoso, deberíamos saberlas.

Esta cultura destruye los territorios de sustento para la vida. Eso es lo que hace. Cuando uno piensa en Iraq, ¿acaso el primer pensamiento que llega es el de bosques de cedros tan densos que la luz del sol nunca toca el suelo? Uno de los primeros mitos de esta cultura es el de Gilgamesh deforestando los montes y valles de Iraq para construir una gran ciudad. La Península Arábiga solía ser una sabana de robles. El Medio Oriente estaba densamente arbolado (todos hemos escuchado de los cedros de Líbano). Grecia estuvo densamente arbolada. África del Norte estaba densamente arbolada.

Lo vamos a repetir de nuevo: esta cultura destruye los terrenos de sustento que dan la vida.

Y no se va a detener porque se lo pidamos amablemente.

No vivimos en una democracia. Y antes de que pierdas el aliento por esa blasfemia, pregúntate a ti mismo: ¿El gobierno beneficia a las corporaciones o a los seres vivos? ¿ Hace el sistema judicial a los directivos de las corporaciones responsables por sus actos destructivos y a menudo homicidas?

Aquí hay un par de acertijos que no son muy graciosos —P: ¿Qué obtienes al incorporar en una persona un prolongado hábito de drogas, un temperamento impulsivo y una pistola? R: Dos cadenas perpetuas por asesinato, con la fecha más cercana de liberación en el 2026. P: ¿Qué obtienes cuando cruzas dos naciones, una gran corporación, cuarenta toneladas de veneno y al menos 8,000 seres humanos muertos? R: Un retiro completamente pagado con beneficios (Warren Anderson, Director General de Union Carbide, fue el culpable del asesinato masivo de Bhopal en India).

¿Enfrentan los ricos el mismo sistema judicial que tú y yo? ¿Tiene la vida en la Tierra la misma personalidad jurídica ante un juez que una corporación?

Ya sabemos la respuesta a estas preguntas.

Y lo sabemos hasta en los huesos. Aunque lo negamos con la cabeza, sabemos que esta cultura no optará por realizar el cambio que la transforme a una manera de vivir sana y sustentable. Nosotros, Aric, Lierre y Derrick, hemos preguntado a miles de miles de personas con todo tipo de vidas, desde activistas a estudiantes hasta personas que conocemos en camiones o aviones, si creen que esta cultura realizará una transformación voluntaria. Casi nadie dice que .

Si te importa la vida en este planeta y si crees que esta cultura no realizará un cambio voluntario para detener su destrucción, ¿cómo es que esa creencia afectará tus métodos de resistencia?

La mayoría de las personas no lo sabe, porque la mayoría de las personas no lo discute.

Este libro sí lo discute: este libro se trata de ese cambio en estrategia y tácticas.

Este libro es para contraatacar.

Debemos de poner nuestros cuerpos y nuestras vidas entre el sistema industrial y la vida en el planeta. Debemos empezar a contraatacar. Aquellos que vengan después, quienes hereden lo que quede de este mundo una vez que esta cultura haya sido detenida (ya sea por el cenit del petróleo, colapso económico, colapso ecológico o por los esfuerzos de mujeres y hombres valientes oponiéndose en resistencia, aliados del mundo natural) nos van a juzgar por la salud del territorio, por lo que les dejemos. No les va a importar cómo es que tu o yo manejamos nuestras vidas. No les va a importar cuan duro nos hayamos esforzado. No les va a importar si fuimos personas amables. No les va a importar si fuimos violentos o actuamos sin violencia. No les va a importar si lloramos por el asesinato del planeta. No les va a importar que tan inteligentes éramos. No les va a importar el tipo de pretextos que tuvimos para no tomar acción. (por ejemplo, "Estoy demasiado preocupado para pensar en ello" o "Es demasiado abrumador y causa miedo" o "Estoy muy ocupado", o "Pero los que están en el poder nos matarán si tomamos acciones efectivas contra ellos" o "Si luchamos, corremos el riesgo de ser como el enemigo" o "Pero yo sí reciclé" o cualquier otra de las miles de excusas que todos hemos escuchado demasiadas veces). No les va a importar si decidimos llevar una vida sencilla. No les va a importar la pureza de nuestros pensamientos y acciones. No les va a importar si nos transformamos en el cambio que queríamos ver. No les va a importar si votaste para el partido demócrata, republicano, verde, libertario o si te abstuviste de votar. No les va a importar si escribimos extensamente sobre el tema. No les va a importar si mostramos "compasión" por los directores corporativos y los políticos que lideran esta economía mortal.

Sólo les va a importar si pueden o no respirar el aire, beber el agua. Podemos fantasear todo lo que queramos sobre algún gran cambio, pero si las personas (incluyendo a las personas no-humanas) no pueden respirar, eso no importa.

Cada estudio nuevo revela que el calentamiento global está sucediendo mucho más rápido de lo que previamente se había anticipado. Los científicos más diligentes están sugiriendo ahora la posibilidad real de que billones de seres humanos sean asesinados por lo que algunos ahora están llamando el Holocausto Climático. Un estudio reciente sugiere que habrá un incremento en la temperatura de 16°C (30°F) para el año 2100.

No hablamos de que esta cultura esté asesinando humanos junto con de todo el planeta en algún futuro lejano. Este es el futuro que nuestros niños, nacidos el día de hoy, podrán ver y sufrir durante sus vidas.

¿Honestamente crees que esta cultura es más importante que la vida de tus propios hijos?