En este futuro escenario alternativo, el Combate Ecológico Decisivo tiene cuatro fases desde el futuro cercano a la caída de la civilización industrial. La primera fase es Formación de Redes & Movilización . La segunda fase sería Sabotaje & Acción Asimétrica. La tercer fase sería Alteración de Sistemas. Y la cuarta y final fase sería Desmantelamiento Decisivo de la Infraestructura.
Cada fase tiene sus propios objetivos, planteamientos operativos y requisitos organizativos. No hay una línea divisoria clara entre fases y cada región tendrá un progreso diferente a través del tiempo. Estas fases enfatizan el rol militante de las redes de resistencia. Los esfuerzos de los movimientos expuestos por construir alternativas y revitalizar las comunidades humanas suceden al mismo tiempo. Pero no requieren del mismo rigor estratégico; reconstruir comunidades humanas saludables en base a la subsistencia debe ocurrir tan rápido como sea posible en todos los lugares, con cronogramas y métodos adecuados a la región. La resistencia militante de este escenario, por su parte, necesita de una gran estrategia para tener éxito.
Preámbulo:En la fase uno, la resistencia se concentra en organizarse a sí misma dentro de redes y construir culturas de resistencia para sostener dichas redes. Muchos simpatizantes o reclutas potenciales no estarán familiarizados con la estrategia y acciones serias de la resistencia, así que se emplearán grandes esfuerzos para difundir información. El aspecto clave de esta fase reside en la formación de organizaciones clandestinas y movimientos expuestos (o por lo menos su núcleo) que llevarán a cabo el reclutamiento organizativo y las acciones decisivas. La cultura de seguridad y la cultura de resistencia no están bien desarrolladas en este punto, así que se necesitará realizar esfuerzos adicionales para prevenir errores y descuidos que podrían terminar en arrestos y la disuasión de los informantes para que recolecten y pasen información.
El entrenamiento de activistas es un proceso clave durante esta fase, en especial a través de acciones de bajo riesgo (pero efectivas). Los nuevos reclutas serán los combatientes, dirigentes y líderes de las fases posteriores. A los activistas nuevos se les instruye con los valores de la resistencia y los activistas existentes se despojan de hábitos contraproducentes. Éste es el tiempo cuando el movimiento de resistencia se organiza y se torna serio. Las personas ponen a un lado sus necesidades y conflictos individuales para formar un movimiento que pueda luchar para ganar.
En esta fase, las personas aisladas se juntan para formar una visión y estrategia para el futuro y establecer el núcleo de las organizaciones futuras. Por supuesto, la formación de redes ocurre con las organizaciones orientadas hacia la resistencia que ya existen, pero la mayor parte de las organizaciones establecidas no están dispuestas a adoptar posiciones de militancia o intransigencia con respecto a aquellos en el poder o las crisis que enfrentan. De ser posible, se les debe de motivar a tomar posiciones que estén a la altura de la escala de los problemas que enfrentamos.
Esta fase ya se ha iniciado, pero una gran cantidad de trabajo permanece por hacerse.