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Este es el momento cuando tenemos que decidir: ¿existe un mundo afuera de nosotros y es que vale la pena luchar por ese mundo? Otras 200 especies se extinguieron el día de hoy. Eran mis familiares. También eran los tuyos. Si los conocemos, ¿por qué no estamos luchando para salvarlos con todo lo que tenemos?

Encontrarás una respuesta a esa pregunta entre algunas personas muy honestas, las personas que saben que la civilización industrial está matando al planeta, quienes pueden mantenerse dentro de las sanjas profundas de dolor y desesperanza de sus corazones. Ellos intentarán convencerte que la resistencia política no es ni posible ni aconsejable. Se han fusionado alrededor de las ideas de la permacultura, vida sencilla y ciudades de transición. Lo que sigue son los argumentos principales que los autores de este libro han escuchado de manera repetida del ala de la permacultura dentro del movimiento ambiental.

"La raza humana actualmente se encuentra en una fase adolescente. Debemos crecer".

Si eso es cierto, entonces la destrucción actual es inevitable, representa una parte natural del "ciclo de la vida" de los humanos como especie. Algunas personas incluso aseguran que la destrucción humana es una parte del ciclo de vida de la tierra. Podríamos pasar horas intentando descifrar las necesidades psicológicas que motivan a estas personas a crear dicha narrativa, ¿pero acaso importa? Algunos de ellos han colapsado moralmente debido a la desesperanza, y para citar a Isak Dinesen recordemos: "Todo el sufrimiento es tolerable si es racionalizado como parte de una historia". Otros están demasiado apegados a sus vidas de confort para querer que sean alteradas, aunque de manera intelectual admiten la destrucción integrada en los circuitos de sus computadoras y en la urbanización de sus suburbios. El tercer grupo está constituido sencillamente de cobardes: si la destructividad humana es natural e inevitable, entonces no puede ser contraatacada y no tienen que arriesgar nada. Pero la destrucción actual no es una etapa de desarrollo. La idea es ofensiva y condescendiente hacia todas las culturas que han venido anteriores a esta. ¿Se les consideraría como los "niños" que de manera inevitable terminarían "gloriosamente" volviéndose en nosotros ?

Y hay muchos ejemplos de culturas que no destruyeron las comunidades vivas en las cuales participaban. Sólo son algunas que se han trastornado transformándose en una psicopatología. No hay nada de inevitable con respecto a ninguna cultura humana. De hecho, este argumento ni siquiera funciona por sus propios méritos: enfrentados con un adolescente psicópata o un abusador, la primera orden del día sigue siendo la de detenerlos. En cualquier caso, este argumento es patológicamente narcisista: ¿el mundo está siendo asesinado para que podamos aprender alguna lección? Sólo en una cultura completamente demente podría una idea como esa ser conceptualizada, aún menos escuchada.

"La única manera de cambiar las cosas es cambiando los corazones y mentes de las personas de manera individual".

Esto condensa el liberalismo en una sola oración, y ya lo hemos discutido previamente. Los movimientos para el cambio social deben tener una programa de educación política. Los movimientos exitosos se vuelven muy buenos para lograr esto. Pero el punto no es ir cambiando una persona a la vez; es crear un movimiento que pueda alterar o abolir las instituciones que organizan el poder.

"Nuestro contraataque al [llenar el espacio en blanco: imperio, civilización industrial, patriarcado] no funcionarán a menos que cambiemos la cultura de infinita destrucción y consumo. La pregunta real es cómo cambiamos la cultura".

Este es un nítido truco liberal que evade la naturaleza del poder, la cual es tanto sádica como sistemática. Imagina que los negros segregados en el sur decidieran que cambiar "la cultura" de la segregación o "los corazones y mentes de los blancos" fuera una estrategia efectiva; seguirían sentados en el fondo de los autobuses. Lo que atacaron en su lugar fueron a las instancias clave de la segregación en los espacios públicos. El boicot de autobuses de Montgomery fue brillante porque los negros tuvieron apalancamiento económico; y fue debido a ese poder económico que se derrocó la segregación dentro de los autobuses. Mientras los activistas en la primera línea estaban arriesgando sus vidas en las sentadas y registrando votantes, otros activistas se movilizaban para la formación de leyes que harían de la segregación un acto ilegal, cambiando así el balance del poder. Así se logró el Acta de Derechos Civiles de 1964. ¿Y adivina qué? La cultura cambió. Así se generó el cambio en los corazones y mentes. Como resultado,una generación completa de personas de edad mediana nunca han tenido que beber de fuentes de agua restringidas a la "gente de color". Una de ellas incluso es presidente. En paralelo está una generación de personas blancas cuya psicología de legitimación y habilidad institucionalizada para deshumanizar a los negros ha sido restringida. Eso se debe a que el cambio estructural hacia la justicia afecta los corazones y mentes y lo hace a una gran escala. Esa es la razón por la que el liberalismo, con su enfoque sbore la consciencia individual, jamás cambiará al mundo.

Aun si tu pasión es hacer ese trabajo "cultural", necesitas pensar en términos de poder institucional y en cómo nuestro movimiento lo va a atacar. Y todos necesitamos levantarnos con las personas que están dispuestas a tomar los mayores riesgos. Pero no tenemos ni una mínima oportunidad si no enfrentamos los hechos. ¿Es posible que el Primer Ministro de Monsanto o el Príncipe Coronado de la Pornografía tengan una epifanía espiritual? ¿Siquiera es probable? Una posibilidad en mil millones no es una base sólida sobre la cual construir una estrategia política.

"No podemos detenerlos."

Este es el mantra del ala alternativa. Puede haber razones personales entendibles para creer en la invencibilidad de un sistema opresivo. Y ciertamente hay razones para que aquellos en el poder quieran que nosotros los veamos como invencibles. Los sistemas abusivos, de los más sencillos a los más sofisticados, de lo familial a lo social y político, trabajan mejor cuando las víctimas y observadores se vigilan entre ellos mismos. Y una de las mejores maneras para lograr que las víctimas y observadores se vigilen a sí mismos es que esas víctimas y observadores internalicen la noción de que los abusadores son invisibles. Incluso resulta mejor si logras que las víctimas y observadores proseliticen sobre la "invencibilidad" de los abusadores a todos los que amenacen con romper la estabilidad de la triada abusador-víctima-observador.

Pero aquellos que creen que los perpetradores y sistemas son invencibles están equivocados. Los sistemas de poder son creados por humanos y pueden ser detenidos por humanos. Las personas en el poder nunca son sobrenaturales o inmortales y pueden ser derrocados. Las personas que de manera colectiva reúnen mucho menos recursos que sólo uno de nosotros de manera individual posee en los países ricos, han luchado contra los sistemas de dominación y ganado. No hay razón para que nosotros no podamos hacer lo mismo.

Pero la resistencia comienza cuando crees en ella, no al convencernos a nosotros mismos de que es algo imposible. Y ciertamente no se logra al intentar disuadir a otros de adoptarla.

La historia nos provee con muchos ejemplos de resistencias exitosas. También lo hacen los eventos actuales. Ahora mismo, el Movimiento por la Emancipación del Delta del Niger (MEND por sus siglas en inglés), ha deshabilitado el 30 por ciento de la producción de la industria petrolera en Nigeria, y la industria está considerando abandonarlo todo. Si tuviéramos una centésima parte de la valentía y compromiso que tienen por su tierra y comunidad, podríamos hacer lo mismo aquí. Tenemos una mayor vastedad de recursos a nuestra disposición y, ¿lo mejor que se nos ocurre es hacer pilas de composta? El mundo está siendo asesinado y, ¿los ambientalistas piensan que montar bicicletas es un tipo de respuesta?

"Por el hecho de que sentimos una fuerte necesidad de luchar, ¿es correcto luchar batallas en las que fallaremos de manera crónica sólo por el hecho de luchar?"

Dejando de lado el hecho de que el movimiento ambiental nunca ha luchado de manera militante en los EU, y tomando la "lucha" como una idea generalizada de resistencia, esta es una pregunta que vale la pena plantearse. ¿Por qué los ambientalistas están conformes con usar las mismas estrategias cuando claramente no están funcionando (por ejemplo, el intento de "cambiar la cultura" a través del discurso o el ejemplo: eso lo han intentado una, dos, un millón de veces los indígenas del mundo)? ¿Por qué hablar de lo que realmente necesita suceder para salvar este planeta? La quema de combustibles fósiles debe detenerse. Esto no es negociable. No se puede negociar con la realidad física. Es real.

Siguiente, la infraestructura es vulnerable, como cualquier miembro de la resistencia que está razonablemente informado (o cualquier historiador o estratega militar competente) podría decirnos. ¿Por qué no se hace lo que es necesario que suceda? ¿Por qué no estamos discutiendo una estrategia seria para salvar este planeta?

Una cultura de resistencia real ve las actividades como la remediación biológica, la creación de redes de alimentos locales y la enseñanza de habilidades para la auto-suficiencia como sólo una parte de una lucha mayor para que en efecto se salve al planeta. Esas actividades no deben representar un conflicto para la resistencia política; deben estar anidadas dentro de cada una de maneras que se nutran y motiven mutuamente entre ellas. En su lugar, aquellos que abogan por el cambio personal de estilo de vida aprovechan cada oportunidad para callar la discusión sobre la acción, desincentivando activamente la formación de un movimiento de resistencia.

"Debemos cuestionar unas suposiciones básicas sobre cómo la cultura nos ha enseñado a luchar. Necesitamos pensar afuera de la caja cultural".

Estamos de acuerdo. Y tres de esas suposiciones básicas son que (1) la resistencia es fútil, (2) hoy en día el tipo de resistencia más significativo es el ejemplo personal de cambio estilo de vida; (3) las estructuras físicas que permiten a los psicópatas dirigir esta cultura son de alguna manera inmutables y no pueden ser desmanteladas físicamente.

Mientras tanto, un grupo muy pequeño de personas que están llegando a la inanición y golpeados por la pobreza en Nigeria han tirado a la industria petrolera a sus rodillas. Ellos recuerdan lo que es amar la tierra y sus comunidades. Quizás porque no se están ahogando en privilegios sino en los residuos tóxicos de la extracción de petróleo. MEND ha dicho a la industria petrolera: "Debe quedar en claro que el gobierno nigeriano no puede proteger a los trabajadores o activos. Dejen nuestra tierra mientras puedan o en ella morirán". Y están cumpliendo su palabra.

Andrea Dworkin una vez dijo, "Descubrí que siempre es mejor luchar que no luchar, siempre, no importa qué".110 Este es el último momento para sentir esa pasión, para defender lo que sea que ames como una forma de gratitud. Demasiadas personas en la izquierda aseguran que la resistencia jamás funciona. Una combinación de cinismo, desesperanza, ignorancia y cobardía los ha tomado y ha echado raíces en ellos. Algunos de estos declamadores tienen un sólido análisis radical del capitalismo, racismo, patriarcado y civilización. Entienden que el planeta está siendo asesinado, que todo lo que amamos está bajo ataque.

Y aun así. La resistencia, tanto su posibilidad como su activación, les resulta impensable. Estas personas obstruyen cualquier intento de conceptualizar como una resistencia a la civilización industrial, o en efecto, cualquier forma de opresión, puede ser organizada. Hay razones históricas para ello: los obstructores no actúan solos. Atrás de ellos están los adamitas, los ranters, los románticos, los bohemios y los Wandervogel, y algunos elementos tomados del budismo, la construcción del marco de referencia cultural que canaliza la desesperanza, alienación e incluso al análisis de la acción directa hacia la vida individual de uno mismo. Esa vida puede estar construida sobre la contemplación silenciosa y las obras buenas, la indignación por las tradiciones y límites, o en el dolor poético, pero no está basado en la confrontación de los sistemas de poder. Sin una cultura de resistencia, las culturas alternativas y los valores antipolíticos que promueven son todo lo que el alienado y oprimido encontrará, y no son lo suficiente. Los árboles necesitan de la lluvia; la resistencia necesita una cultura.