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Capítulo 10

Reclutamiento

por Aric McBay

Cuando pidieron a aquellas personas que estuvieran dispuestas a ir al juzgado al siguiente día levantar la mano, yo levanté la mía. La levanté lo más alto que pude. Creo que si hubiera estado en mis cabales hubiera estado un poco asustado, pero, ¿cuál es el punto de estar asustado? Lo único que me podían hacer era matarme y me pareció que ellos habían estado intentando hacer eso a cada momento desde que tengo memoria.

—Fannie Lou Hamer, líder en la lucha por los derechos civiles

Los métodos de divulgación y reclutamiento varían dependiendo de si el grupo pertenece al movimiento expuesto o al movimiento clandestino, su modo de organización y la función que satisfacen. Realmente sólo hay dos tipos de reclutamiento, el que podrías llamar reclutamiento organizativo y reclutamiento recíproco. En el reclutamiento organizativo las organizaciones existentes encuentran e instruyen a los nuevos miembros. En el reclutamiento mutuo, los disidentes sin una organización previa se encuentran los unos a los otros y juntos forjan un grupo nuevo de resistencia. Cuando la resistencia está bien establecida, el reclutamiento organizativo puede florecer. Cuando la resistencia es escasa o la vigilancia es excesiva, es más común que los disidentes se encuentren ellos mismos.

Recuerda que un movimiento se puede dividir en cinco partes, cada una basada en su función: los líderes, cadres o revolucionarios profesionales que conforman la médula del movimiento, los combatientes y otros tipos de activistas de primera fila, auxiliares y la masa base.

Los líderes, si es que llegan a ser reclutados, probablemente se encontrarán entre los propios miembros desde el principio o serán reclutados desde adentro de la organización (en especial en el movimiento clandestino, por las obvias razones de que son personas conocidas, tienen experiencia y se puede confiar en ellos).

Los cadres y los combatientes o activistas de primera línea son reclutados en persona, se les aplica una evaluación de diagnóstico y se les da entrenamiento. El reclutamiento de dichas personas puede requerir de un gran volumen de recursos de reclutamiento, pero ese compromiso de recursos es absolutamente necesario; los cadres son la médula de la resistencia ya que como profesionales dan todo a la organización y los combatientes están, por supuesto, en la primera línea.

Los auxiliares pueden ser más fáciles de reclutar porque su compromiso es menor y el proceso de escrutinio puede ser mucho más sencillo porque no necesitan estar enterados de la misma información y detalles organizativos como aquellos que están adentro de la organización. Sin embargo, de manera general debería haber algún tipo de contacto personal, al menos al inicio de la relación.

La masa base no requiere reclutamiento directo porque apoyan la resistencia por efectos de sus propias circunstancias o experiencia en combinación con la propaganda y divulgación de la resistencia. La divulgación para la masa base puede tomar lugar a través de medios de comunicación masiva económicos como libros y periódicos, para que se necesite del mínimo esfuerzo por persona para "reclutar", pero también ofrecen poco o ningún apoyo material para la resistencia. Sin embargo, pueden adoptar acciones para el desencadenamiento de la resistencia y generalmente participan en acciones de omisión o de no-cooperación con aquellos en el poder.

¿Así que cómo se lleva a cabo el reclutamiento? Los grupos del movimiento expuesto tienen mucha mayor facilidad en cuanto al reclutamiento por la manera en que el movimiento funciona. Para ellos, resulta relativamente fácil la divulgación y publicación de sus políticas y acciones. Por supuesto, debido a esto son más propensos a la infiltración. Los grupos clandestinos necesitan involucrarse más en su proceso de reclutamiento, más que nada debido a cuestiones de seguridad y tienen una canasta mucho menor de reclutas potenciales. Todo esto nos lleva a uno de los dilemas más importantes para los militantes modernos, lo que denominamos la paradoja de la radicalización militante.

La mayoría de las personas que buscan cambiar al mundo empiezan por actividades accesibles de bajo riesgo como la firma de peticiones o dirigiendo cartas a políticos. Cuando estas no funcionan, los activistas empiezan la escalada con protestas, disturbios y desobediencia civil. Puede ser que sean atacados con gas lacrimógeno o que sean golpeados en la protesta, razón por la que se radicalizan. Si su causa les importa lo suficiente, continuarán esforzándose hasta que logren el éxito. A menos que en efecto, la cuestión sea lo suficientemente popular para que se resuelva a través de las acciones legales, los activistas eventualmente chocan contra un muro en el cual una mayor escalada termina en la ilegalidad y peligro. En este punto, algunas personas eligen actuar de manera clandestina. Y aquí está la paradoja: la acción del movimiento expuesto está basada en llamar la atención. Las personas que han mostrado una mayor persistencia y mayor éxito para elevar la conciencia (las mismas personas con la dedicación y motivación necesarias para el movimiento clandestino) pueden ser las personas más propensas de actuar en el movimiento clandestino.

Las personas que viven en grupos evidentemente oprimidos no gozan del privilegio protector de la ignorancia, y son más propensas a ser radicalizadas a una edad más temprana y en grandes números. Pero dentro de una sociedad que está bajo constante vigilancia eso no cambia nuestro problema fundamental: el proceso de la radicalización militante está sujeto a que la persona llamará la atención, lo cual resultará contraproductivo sencillamente porque la mayor parte de la población no adopta las acciones militantes hasta que hayan agotado personalmente las opciones menos drásticas y de menor riesgo. Por consecuencia, muchos de los miembros más serios y experimentados de la resistencia expuesta quedan excluidos de los actos que van escalando en militancia.

No existe una solución perfecta; una resistencia seria implica riesgo y cada miembro debe decidir por sí mismo el nivel de riesgo que está dispuesto a aceptar. Mantener un perfil bajo es parte de la respuesta. Una persona que considere acciones serias de resistencia clandestina debe evitar acciones militantes sobresalientes; es importante no llamar la atención de manera anticipada. Eso no significa que las personas deberían de dejar de ser activistas o dejar sus acciones políticas, pero las acciones militantes expuestas son un rotundo descalificante para la acción clandestina.

Cada comunidad de resistencia debe abordar individualmente esta paradoja, sobre todo las que estén motivadas por una cultura de resistencia. Debemos ofrecer alternativas a las rutas tradicionales de radicalización. En lugar de que sencillamente continuemos con el trayecto previamente establecido, los activistas incipientes necesitan saber que deben tomar una decisión si quieren tomar acciones serias, definiendo si serán parte del movimiento expuesto o estar en el movimiento clandestino. Los activistas pueden discutir de manera privada estas opciones con amigos de confianza, pero sin hablar de ninguna planeación específica de acciones directas (lo cual implicaría un riesgo extra). Esto es cierto sin importar si un movimiento no está dispuesto a usar la violencia o no. Como hemos discutido, la represión ocurre cuando los movimientos son efectivos, no importa cuales sean las tácticas empleadas: la muerte de Ken Saro-Wiwa lo atestigua.

Así mismo, nosotros suponemos que una resistencia exitosa se desarrollará, llamará la atención y progresará hacia actividades más militantes de acuerdo a como sea necesario. Inevitablemente habrá un incremento en la atención no deseada y la infiltración de agencias de inteligencia. Lo cual significa que cualquier movimiento de resistencia que planifique lograr eventualmente el éxito, necesitará incorporar medidas de seguridad excelentes desde sus inicios más tempranos. Debido a que la situación ha ido empeorando por el desarrollo acelerado de la vigilancia electrónica, nosotros los radicales hemos quedado atrasados en este aspecto. El reclutamiento es un área crucial para implementar una seguridad eficiente.