Saltar al contenido
Índice
Descargar el ebook de DGR Descargar
Comprar el libro DGR Comprar
Aprenda Más
Involúcrate
Conectarse con DGR

Mientras que la cultura alternativa "celebra el distanciamiento con la política", lo que realmente ataca son las convenciones morales, los límites. Se reduce a una pregunta sencilla: ¿Buscamos escándalos y conmociones o la justicia? ¿El problema se debe a un conjunto de valores restrictivos o un conjunto de condiciones materiales opresivas? Recuerda que uno de los puntos cardinales del liberalismo es que la realidad está constituida por valores e ideas, no relaciones de poder y opresión. Así que no sólo las conmociones son un objetivo adolescente, también es liberal.

Este programa para atacar límites en lugar de la injusticia ha tenido consecuencias serias en la izquierda, y en el grado en que este ataque ha ganado, en la cultura popular en su totalidad. Cuando los hombres deciden ser rebeldes afuera de la ley, desde los bohemios a los Ángeles del Infierno, una "libertad" primaria de la que se adueñan son las mujeres. El Marqués de Sade, quien solía torturar mujeres, niñas y niños (algunos secuestrados, otros comprados) fue declarado "el espíritu más libre que haya existido" por Guillaume Apollinaire, el fundador del movimiento surrealista.63 Los límites físicos y sexuales de las mujeres son vistos como una convención más de la clase media la cual los hombres tienen el derecho de romper en su camino hacia la libertad. En ningún lugar esto es más evidente, y más repugnante, que en la manera en la que la izquierda ha apoyado la pornografía.

El triunfo de los pornógrafos es una victoria del poder sobre la justicia, la crueldad sobre la empatía y las ganancias sobre los derechos humanos. Podría decirse lo mismo sobre Walmart o McDonalds y los progresistas estarían entusiastamente de acuerdo. Todo entendemos que Walmart destruye economías locales, generando un incesante empobrecimiento de las comunidades a través de EU que ahora es casi total. También depende de las condiciones cercanas a la esclavitud para trabajadores en China donde producen las montañas de basura barata que Walmart vende. Y en última instancia el modelo del capitalismo de crecimiento infinito está destruyendo al mundo. Nadie en la izquierda afirma que la basura barata que Walmart produce equivale a libertad. Nadie defiende a Walmart diciendo que sus trabajadores, americanos o chinos, quieren trabajar ahí. Los izquierdistas entienden que las personas hacen lo que tienen que hacer para sobrevivir, que cualquier trabajo es mejor que no tener trabajo y que el salario mínimo sin beneficios sociales son una causa para la revolución y no una defensa para esas condiciones. Por igual McDonalds. Nadie defiende lo que McDonalds le hace a los animales, la tierra, los trabajadores, la salud humana y la comunidad humana al señalar que las personas frente a las freidoras grasientas consintieron a sudar todo el día o que los granjeros de cerdos voluntariamente firmaron contratos en los que apenas obtienen lo suficiente para vivir. El problema no está en el consentimiento, pero en los impactos sociales de injusticia y jerarquía, en cómo las corporaciones son en esencia armas de destrucción masiva. Concentrarse en el momento en que se toma una decisión individual no logrará nada.

El problema está en las condiciones materiales ofrecidas a algunas personas como única opción para sobrevivir a la ceguera ocasionada por los trabajos en las fábricas de chips de silicón en Taiwán. Esas personas son seres vivos. Los izquierdistas declaran los derechos humanos como su base y guía; sabemos que las mujeres taiwanesas no son diferentes a nosotras de ninguna manera que sea relevante, y si quedar ciegas por recibir a cambio unos centavos y no tener descansos para ir al baño fuera nuestra mejor opción, nos encontraríamos en condiciones horripilantes.

¿Qué sucede con las mujeres que tienen que aguantar que les metan dos centavos por el ano? Esta no es una exageración o un ejemplo que "se concentra en lo peor", como suelen ser acusadas las feministas. "Doble anal" es ahora una tarifa estándar en la pornografía gonzo, la pornografía habilitada por la Internet, la pornografía que no tiene ninguna pretensión por desarrollar una trama, la pornografía que lo hombres abrumadoramente prefieren. Esa mujer, al igual que la mujer en la línea de ensamble de computadoras, es probable que sufra de daños físicos permanentes. De hecho, la mujer promedio que participa en la pornografía gonzo sólo dura tres meses antes de que su cuerpo ceda, así de castigadores son los actos sexuales requeridos. Cualquiera con una conciencia en lugar de una erección lo sabría con sólo mirarlo. Si gastas unos cuantos minutos viéndola tendrías que estar de acuerdo con Robert Jensen en que la pornografía es "a lo que se vería el fin del mundo".

Por ello no quiero decir que la pornografía vaya a traer el final del mundo; no tengo delirios apocalípticos. Tampoco quiero decir que de todos los problemas sociales que enfrentamos, la pornografía sea el más amenazador. En su lugar, quiero sugerir que si tenemos el valor de ver honestamente a la pornografía contemporánea obtenemos un vistazo de una forma muy visceral y poderosa de la consecuencia que tienen los sistemas opresivos en los que vivimos. La pornografía es a lo que se verá el fin del mundo si no revertimos el curso patológico en el que nos encontramos en esta sociedad patriarcal, de supremacismo blanco y corporativismo depredador. Imagina un mundo en el que la empatía, compasión y solidaridad, los elementos que hacen posible una sociedad humana decente, son final y completamente abrumados por una búsqueda del placer egoísta y emocionalmente desapegada. Imagina esos valores guiando una sociedad estructurada por jerarquías múltiples en las que la dinámica de dominación/subordinación conforman la mayoría de las relaciones e interacciones ... Cada año mi sentido de la desesperanza se profundiza por la dirección en la que la pornografía y nuestra cultura pornográfica se encuentra encaminada. Esa desesperanza no se origina en la realidad de que muchas personas pueden ser crueles, o que algunos de ellos de manera consciente sienten placer de esa crueldad. Los humanos siempre hemos tenido que lidiar con ese aspecto de nuestra psicología. Pero, ¿qué sucede cuando las personas dejan de ver la crueldad, cuando el placer en la crueldad está tan normalizado que se vuelve invisible para tantos? ¿Y qué sucede cuando, para una parte considerable de la población masculina de nuestra sociedad, esa crueldad se vuelve parte rutinaria de su sexualidad, definiendo las partes más íntimas de nuestras vidas?64

Todos lo que los izquierdistas necesitan hacer es conectar los puntos, de la misma manera en que lo hacemos con cualquier otra instancia de opresión. Las condiciones materiales que los hombres como clase crean (la palabra es patriarcado) significan que en los EU las golpizas son el crimen violento más común: eso es, hombres golpeando mujeres. Los hombres violan una de cada tres mujeres y abusan sexualmente una de cada cuatro niñas antes de los catorce años de edad. El depredador número uno del abuso sexual infantil es llamado "papá". Andrea Dworkin, una de las mujeres más valientes de todos los tiempos, entendió que esto era sistémico, no personal. Vió que las violaciones, golpizas, incesto, prostitución y explotación reproductiva, todas funcionaban juntas para crear una "barricada de terrorismo sexual"65 dentro de la cual todas las mujeres son forzadas a vivir. Nuestro trabajo como feministas y miembros de una cultura de resistencia no es aprender a erotizar esos actos; nuestra labor es derrocarlos.

De hecho, la derecha e izquierda forman juntas un pequeño mundo acogedor que entierra a las mujeres en condiciones de servidumbre y violencia. Criticar la sexualidad supremacista masculina traerá cargos a su crítico por censura y además por atacar las diversiones que se estilan en el ala derecha. Pero visto desde la perspectiva de las mujeres, la derecha e izquierda crean una hegemonía impecable.

Gail Dines escribe, "Cuando critico McDonalds, nadie me llama anti-comida".66 Las personas entienden que lo que es criticado es un conjunto injusto de relaciones sociales, con componentes económicos, políticos e ideológicos, que crean más de lo mismo. McDonalds no produce alimentos genéricos. Manufactura una producción capitalista industrializada para la obtención de ganancias. Los pornógrafos no son diferentes. Los pornógrafos han construído una industria de 100 billones de dólares al año, no sólo vendiendo al sexo como una comodidad, lo cual por sí mismo sería lo suficientemente horrible para la humanidad como colectivo, pero también la crueldad sexual.67 Esto está en lo profundo del corazón del patriarcado, el lugar que los izquierdistas temen pisar: la supremacía masculina toma actos de opresión y los transforma en sexo. ¿Podría haber una recompensa más poderosa que el orgasmo?

Y ya que se siente tan visceral, dichas prácticas son defendidas (en el raro caso que una feminista sea capaz de exigir la defensa) como "algo natural". Aún cuando esté envuelto en racismo, muchos en la izquierda se rehúsan a ver la opresión en la pornografía. Las películas Putas Latinas y Jovencitas o Prostituye a mi Adolescente Negra no producen un arrebato de indignación, pero en su lugar placer sexual para los hombres que consumen dicho material. Una sexualidad basada en la erotización de la deshumanización, dominación y jerarquía gravitará hacia otras jerarquías y encontrará una riqueza de materiales en el racismo. Lo que nunca hará es construir un mundo igualitario de cuidado y respeto, el mundo al que la izquierda asevera aspirar.

En una escala global, el cuerpo femenino desnudo se exhibe demasiado delgado para gestar una vida nueva y a menudo también demasiado jóven; y está a la venta en todos lados, como la imagen determinante de la edad, y tiene una realidad brutal: las mujeres y niñas ahora son el producto número uno para la venta en el mercado negro global. De hecho, hay países enteros que balancean su presupuesto con la venta de mujeres.68 ¿Es la esclavitud un abuso a los derechos humanos o una incitación sexual? ¿Cuál es el uso de un movimiento de cambio social que no se puede decidir?

Debemos de hacer nuestras declaraciones como personas que se preocupan por la libertad misma y no de la libertad para abusar, explotar o deshumanizar, pero por el derecho de no ser degradada y violada y de no celebrar en la cultura a la violación.

Esta es la bancarrota moral de una cultura basada en la violación y su legitimación subyacente. En una ligera variación de los Románticos, substituyendo la emoción del deseo sexual por el estado sin mediar, natural y de privilegio. La versión sexual una herencia directa de los Bohemios, quienes revelaron al público muestras de "transgresión, exceso y escándalo sexual". Gran parte de esta ética puede ser trazada al Marqués de Sade, torturador de mujeres y niños. Aun así, ha sido declarada como la inspiración y base para escritores tales como "Baudelaire, Flaubert, Swinburne, Lautréamont, Dostoïevski, Cocteau y Apollinaire" al igual que Camus y Barthes.69 Camus escribió, "Dos siglos adelantado a su tiempo ... Sade ensalzó las sociedades totalitarias en nombre de la libertad desenfrenada".70 Sade también representa una formulación temprana de la voluntad de poder de Nietzsche. En última instancia su ética proveyó de "las raíces eróticas del fascismo".71

Una vez más, es momento de elegir. Las advertencias han sido expuestas y es tiempo de escuchar. Los estudiantes de universidad tienen 40 por ciento menos de empatía que hace veinte años.72 Si la izquierda quiere organizar una verdadera resistencia, una resistencia contra el poder que rompe corazones y huesos, ríos y especies tendrá que escuchar y finalmente conocer este breve enunciado de la poeta Adrienne Rich: "Sin sensibilidad, estamos en el infierno".73