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RESISTENCIA LIMITADA

¿Qué pasaría si se emprendiera alguna forma de resistencia? ¿Qué pasaría si un movimiento expuesto de resistencia combinado con un grupo pequeño de redes clandestinas operaran en tándem? (Esto no sería un movimiento mayor, eso sería extrapolación, no fantasía) ¿Qué pasaría si esos movimientos se combinaran en una gran estrategia? El movimiento expuesto trabajaría para construir comunidades sustentables y justas donde sea que estén, y usaría ambas, acciones directas e indirectas, para doblegar los peores excesos de los que están en el poder, para reducir la quema de combustibles fósiles, para luchar por la justicia social y ecológica. Mientras tanto, los movimientos clandestinos enfrentarían en ataques limitados a la infraestructura (a menudo en tándem con luchas del movimiento expuesto), especialmente la infraestructura energética, para intentar reducir el consumo de combustibles fósiles y la actividad industrial general. Los resultados generales de este plan serían los de utilizar ataques selectivos para acelerar el colapso de manera deliberada, como derribar un edificio desvencijado.

Si este escenario ocurriera, los primeros años se desarrollarían de manera similar. Tomaría tiempo construir la resistencia y aliar los grupos de resistencia existentes en una estrategia mayor. Además, la civilización, en la cima del poder, sería demasiado fuerte como para ser derrocada con sólo resistencia parcial. Los años alrededor de 2011 y 2015 estarían viendo el impacto del cenit del petróleo y la economía entraría en barrena, pero en este caso habría ataques específicos en la infraestructura energética que limitaría la extracción de nuevos combustibles fósiles (concentrándose en las peores prácticas como la destrucción de montañas para extracción de carbono y las arenas bituminosas). Algunos de estos ataques serian conducidos por grupos existentes de resistencia (como MEND) y otros por grupos nuevos, incluyendo grupos en el mundo minoritario de los ricos y poderosos. El incremento en la falta de petróleo haría el ataque de oleoductos e infraestructura más popular con grupos militantes de todas las estirpes. Durante este periodo, grupos militantes se organizarían, practicarían y aprenderían.

Los ataques no serán simbólicos. Serán ataques serios diseñados para ser efectivos pero sincronizados y dirigidos hacia minimizar la cantidad de "daño colateral" a seres humanos. En su mayoría consistirán en formas de sabotaje. En los primeros años, tendrán el propósito de limitar el consumo de combustibles fósiles en un 30 por ciento con miras de aumentar ese número con el tiempo. Habrá ataques similares en la infraestructura energética como las líneas de transmisión eléctricas. Debido a que estos ataques causarán una reducción incompleta pero significativa de la energía disponible en muchos lugares, se provocará una inversión en masa de energías renovables (y otras medidas como el calentamiento solar pasivo o mejorar el aislamiento térmico en algunas áreas). Esto pondrá en marcha un proceso de descentralización política y de infraestructura. También resultará en represión política y violencia física dirigida a la resistencia.

Mientras tanto, los movimientos expuestos estarán haciendo la mayor parte de la agitación económica. Habrá un incremento en la consciencia y organización de clases. Los activistas laborales y de pobreza aumentarán la suficiencia comunitaria. Los activistas a favor de la comida local y la autosuficiencia, se dirigirán a las personas que hayan sido expulsadas del capitalismo. Los desempleados y subempleados, en rápido aumento en números, empezarán a organizar economías y comercio de subsistencia afuera del capitalismo. Se promoverán prácticas de ayuda mutua y para compartir habilidades manuales. En el escenario previo, el desarrollo de estas habilidades se dificultaba0 en parte por la falta de acceso a la tierra. Sin embargo, en este escenario los organizadores de los movimientos expuestos aprenderán de grupos como el Movimiento de Trabajadores sin Tierra (Movimento dos Trabalhadores Sem Terra, MST) en América Latina. La organización masiva y la ocupación de territorios obligará a los gobiernos a ceder terrenos sin uso para "jardines de la victoria", jardines comunitarios masivos y cooperativas de granjas de subsistencia.

La situación en muchos países del tercer mundo podría verse mejorada por el colapso económico global. Los países minoritarios del mundo ya no estarán sujetos a pagar deudas aplastantes ni programas de ajuste a para la reestructuración, ni los matones de la CIA serán capaces de instaurar dictaduras "amistosas". El declive de economías basadas en la exportación tendrá consecuencias serias, sí, pero permitirá que el uso del campo se restituya de cultivos comerciales a granjas de subsistencia.

La agricultura industrial empezaría a decaer y comenzaría su colapso. Los fertilizantes sintéticos serán cada vez más costosos y donde sean utilizados serán conservados cuidadosamente, limitando su desperdicio en la escorrentía y permitiendo que las zonas muertas del océano se recuperen. El hambre se reducirá a través de las granjas de subsistencia y por el cambio a pequeñas granjas que operen de manera tradicional usando trabajo manual y con caballos de tiro, pero la comida será más valiosa y estará en menor suministro.

Incluso una reducción del 50 por ciento del consumo de combustibles fósiles no podría evitar una amplia diseminación de hambrunas y muertes por inanición. Como ya hemos discutido, la gran mayoría de toda la energía usada se destina hacia procesos y productos no esenciales. En los EU, el sector agrícola sólo representa el 2 por ciento del consumo de energía, incluyendo tanto el consumo directo (como combustible para tractor y electricidad para graneros y bombas de agua) y consumo indirecto (como en fertilizantes y pesticidas sintéticos).12 Eso es cierto incluso cuando la agricultura industrial es increíblemente ineficiente y gasta cerca de diez calorías de energía de combustible fósil por cada caloría de alimento que produce. El consumo de energía residencial sólo cuenta por 20 por ciento del total del uso en los EU, siendo el consumo industrial, comercial y de transporte la gran mayoría de todo el consumo.13 Y la mayor parte de la energía residencial se gasta en aparatos electrodomésticos como secadoras, aire acondicionado y calentadores de agua de uso ineficiente de agua. La energía usada para alumbrar y calentar espacios podría reducirse drásticamente a través de la implementación de medidas triviales como la reducción de los termostatos y calentando el espacio con el cuerpo de las personas que habitan el lugar. (La mayoría de las personas no se molestan por hacer esto ahora, pero en una situación de colapso harán eso y mucho más.)

Solamente una pequeña fracción de la energía fósil de la que se emplea en la actualidad se destina a la subsistencia básica y se utiliza de manera ineficiente. Un declive del 50 por ciento de la energía fósil podría generar la adopción de una perspectiva de uso de subsistencia (y no una financiera). Recuerde que en Norte América el 40 por ciento de toda la comida sencillamente se desperdicia. Queda claro que la pobreza y hambruna tienen mucho más que ver con el poder sobre la población que con el tipo de poder medido en watts. Incluso ahora en el cenit del consumo energético, mil millones de personas sufren de hambre. Así que, si las personas están hambrientas o pasan frío por ataques selectivos militantes de la infraestructura, será el resultado directo de las acciones de las personas en el poder y no de la resistencia.

En realidad si se quiere que los humanos sean capaces de utilizar fábricas para construir molinos de vientos y usar tractores para el cultivo de comida durante los próximos cincuenta años, obligar un corte inmediato en el uso de combustibles fósiles estaría hasta arriba en tu lista de tareas por hacer. Actualmente la mayor parte de la energía se desperdicia en la producción de basura plástica, casas desmesuradamente grandes para personas ricas, bombas rompe-búnkeres y drones depredadores. La única manera de asegurar que quede petróleo para el uso de transiciones hacia la subsistencia básica en veinte años es asegurar de que no se desperdicie ahora. El ejercito estadounidense es el consumidor de petróleo más grande del mundo. ¿Quisiera tener que decirle a sus hijos dentro de veinte años que ellos no tienen suficiente para comer porque la energía se empleó en guerras neocolonialistas inútiles?

De vuelta al escenario. En algunas áreas, cada vez más suburbios serán abandonados (inhabitables por la ausencia de gasolina barata) y las casas serán expropiadas para usos hortícolas, centros comunitarios y clínicas o serán desarmadas para la reutilización de sus materiales. Las cocheras serán transformadas en graneros, la mayoría de las personas no serán capaces de pagar la gasolina de cualquier forma, y el ganado pacerá en los parques. Se levantarán muchas autopistas y serán devueltas al pastoreo o reforestación. Estos asentamientos recuperados no serán de alta tecnología. Los enclaves acaudalados tendrán paneles solares y molinos de viento, pero la mayoría de las personas desempleadas no serán capaces de pagar tales comodidades. En algunos casos estas comunidades serán relativamente autónomas. Sus prácticas sociales y equitativas variarán basadas en la presencia de personas con la voluntad de ejercer derechos humanos y justicia social. Las personas tendrán que resistirse vigorosamente cuando el racismo y la xenofobia sean usadas como excusas para la injusticia y el autoritarismo.

Mientras el suministro de petróleo disminuya, los ataques a la infraestructura energética se volverán más comunes. En algunos casos, estos ataques se llevarán a cabo por motivos políticos y en otros tendrán la intención de interrumpir la electricidad u oleoductos que sirvan a las personas pobres. Estos ataques acentuarán el declive energético al principio. Estos tendrá impactos económicos significativos, pero también cambiará el crecimiento de la población. La población mundial llegará a su máximo pronto, y el cenit de la población será menor (tal vez por los miles de millones) que en el escenario "sin resistencia". Como un colapso agudo ocurriría antes que de lo contrario hubiera ocurrido, habrá más tierra intacta en el mundo per capita y más personas que todavía sepan como llevar a cabo una agricultura de subsistencia.

La presencia de un movimiento militante de resistencia provocará una reacción de aquellos en el poder. Algunos de ellos usarán la resistencia como una escusa para tomar más poder e instaurar la ley marcial y manifestar su fascismo. Algunos de ellos harán uso de las crisis económicas y sociales espontáneas a través del globo. Otros no dependerán de una escusa.

Los líderes autoritarios tomarán el poder donde puedan y lo intentarán tomar en casi todos los países. No obstante, serán obstaculizados por la resistencia clandestina y los movimientos expuestos de resistencia, y por la descentralización y la emergencia de comunidades autónomas. En algunos países la movilización en masa detendrá a los dictadores potenciales. En otros el surgimiento de la resistencia disolverá el régimen de estados centralizados, resultando en el surgimiento de confederaciones regionales en algunos lugares y caudillaje en otros. En países desafortunados el autoritarismo tomará el poder. Las buenas noticias son que las personas tendrán la infraestructura para librar las luchas de resistencia y limitar la expansión del autoritarismo, y los autoritarios no habrán desarrollado la tecnología de control que habrían logrado obtener bajo el escenario "sin resistencia".

Habrá refugiados escapando de muchas áreas (incluyendo áreas urbanas). La reducción de emisión de gases de invernadero causada por los ataques a la infraestructura industrial reducirá o retrasara la catástrofe climática. Redes de comunidades autónomas de subsistencia serán capaces de aceptar e integrar algunas de estas personas. De la misma manera en que las raíces de las plantas funcionan para prevenir el deslave de un peñasco inclinado, las masas de refugiados serán reducidas en algunas áreas por la voluntad de comunidades cooperativas. En otras áreas, el número de refugiados será demasiado elevado para tratarse eficientemente.14

El desarrollo de biocombustibles (junto con el destino de los bosques tropicales) es incierto. Los estados centralizados restantes, aunque puedan ser más pequeños y menos poderosos, todavía querrán exprimir cualquier tipo de energía posible. La resistencia militar, en cualquier caso de insurgencia o combate guerrillero, será necesaria para detener al poder industrial de transformar los bosques tropicales en plantaciones o la extracción de carbón a cualquier costo. En este escenario, la resistencia estará limitada y es cuestionable si se podrá reunir el nivel de militancia requerido.

Esto quiere decir que los impactos de largo plazo de los efectos de invernadero permanecerán inciertos. La quema de combustible fósil tendrá que mantenerse a un nivel mínimo para evitar un efecto de invernadero desbocado. La situación podría resultar muy difícil.

Pero si se puede evitar un efecto de invernadero desbocado, muchas áreas podrían recuperarse rápidamente. Un regreso a los policultivos perennes, implementado por las comunidades autónomas podría ayudar a revertir el efecto de invernadero. Los océanos mejorarían prontamente, ayudados por la reducción de la pesca industrial y el final de la escorrentía cargada con fertilizantes sintéticos que generan las zonas de muerte actuales.

La guerra nuclear sería menos propensa que en un escenario "sin resistencia". Las masas de refugiados del Sur de Asia estarían reducidas. El consumo general de recursos sería menor, así que las guerras por recursos serian menos proclives. Y los estados militarizados estarán debilitados y tendrán menos números. La guerra nuclear no sería imposible, pero si pasara, sería menos severa.

Hay muchas maneras en que este escenario es atractivo. Pero también presenta problemas en ambas, la implementación y su plausibilidad. Un problema radica en la integración de actividades clandestinas y las acciones de los movimientos expuestos. La mayoría de las organizaciones medioambientales expuestas están actualmente opuestas a cualquier tipo de militancia. Esto podría obstaculizar la posibilidad de una cooperación estratégica entre militantes clandestinos y los grupos de movimientos expuestos que podrían movilizar grandes masas. (También podría condenar los movimientos expuestos al fracaso como se ha venido demostrando hasta ahora.)

También es cuestionable si la reducción en el consumo de combustibles fósiles aquí descrito, sería lo suficiente para evitar el calentamiento global desbocado. Si el desbocamiento del calentamiento global llegara a ocurrir, todo el trabajo beneficioso de los movimientos expuestos será eliminado. El problema opuesto sería que un declive pronunciado en el consumo de combustibles fósiles resultaría muy probablemente en un número significativo de fatalidades humanas y carencias severas. También es posible que la movilización de grandes cantidades de personas a una agricultura de subsistencia en un periodo corto de tiempo sea irrealista. Para el momento en que la mayoría de las personas estén dispuestas a tomar este paso, podría ser demasiado tarde.

Así que de alguna manera este escenario representa el equilibrio ideal, una situación ganar-ganar para humanos y el planeta, aunque también podría ser una situación perder-perder si no se toman las acciones necesarias en el tiempo correcto. Lo cual nos lleva a nuestro último escenario, una resistencia en toda regla y ataques a la infraestructura destinados a garantizar la supervivencia de un planeta habitable.