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FASE IV: DESMANTELAMIENTO DECISIVO DE LA INFRAESTRUCTURA

Preámbulo: El desmantelamiento decisivo de la infraestructura va un paso más allá del ataque a los sistemas. La intención es desmantelar de manera permanente cuanto sea posible de la infraestructura industrial basada en combustibles fósiles. Esta fase es el último recurso; en las proyecciones más optimistas esto no sería necesario: las crisis convergentes y el ataque a la infraestructura combinado con vigorosos movimientos expuestos obligaría a aquellos en el poder a aceptar los cambios sociales, políticos y económicos; la reducción en el consumo se combinaría con un intento genuino y sincero por hacer una transición a una cultura sostenible.

Pero esa proyección optimista es improbable. Es más seguro que aquellos en el poder (y la mayoría de las personas comunes) se aferrarán a la civilización incluso conforme colapsa. Y es posible que apoyen el autoritarismo si creen que les ayudará a mantener su privilegio y legitimación.

El elemento clave, al cual hemos vuelto una y otra vez, es el tiempo. Pronto alcanzaremos (si no lo hemos pasado ya), el punto que detonará la irreversibilidad del desbocamiento del calentamiento global. La fase de ataque a sistemas de este escenario hipotético ofrece selectividad. El decaimiento en este escenario se planea de tal manera que el impacto se enfoque a la industria en un intento de minimizar el impacto en civiles. Pero los sistemas industriales están fuertemente integrados con la infraestructura civil. Si el ataque selectivo no funciona lo suficientemente pronto, algunos participantes de la resistencia podrían concluir que se debe detener de manera absoluta al sistema para salvar al planeta y prevenir que arda hasta convertirse en ascuas.

La diferencia entre la Fase III y IV de este escenario parece ser sutil ya que ambas involucran a nivel operativo, acciones coordinadas para atacar a gran escala los sistemas industriales. Pero la Fase III requiere de algún tiempo para funcionar, para debilitar al sistema, para movilizar a las personas y organizaciones, para construir una serie de acciones que irrumpan con los sistemas. La Fase III también da una "señal de alerta justa" para que las personas corrientes se preparen. Además, la phase III le da tiempo a la resistencia para que se desarrollen logística y organizativamente, lo cual es requerido para proceder a la Fase IV. La diferencia entre las dos fases está en la capacidad y restricción. Para la resistencia en este escenario, para proceder de la Fase III a la Fase IV, necesitan de dos cosas: la capacidad organizativo para tomar una escala de acción requerida para la Fase IV y la certeza que no hay ningún punto en esperar que las reformas sociales logren el éxito en su propio prospecto de tiempo.

En este escenario las dos fases salvan vidas, humanas y no humanas por igual. Pero si las movilizaciones expuestas no operan cuando el colapso esté en camino, la Fase IV se vuelve la forma más eficaz de salvar vidas.

Imagina que conduce un tranvía a través de una ciudad poblada con peatones. Dentro del tranvía están los humanos civilizados; y afuera está toda la vida no humana del planeta y los humanos no civilizados o los que no se benefician de la civilización o los que no han nacido aún. Sin necesidad de expresarlo, aquellos afuera superan en número a los pocos adentro del tranvía. Pero el conductor del tranvía tiene prisa y está acelerando tan rápido como puede, arrasando con las multitudes, mutilando y matando a los peatones en masas. A la mayoría de los pasajeros no parece importarle particularmente nada; tienen un lugar a donde ir y están contentos con el progreso obtenido sin importar el costo.

Algunos de los pasajeros parecerán disgustados por la situación. Si el conductor continúa acelerando, ellos observan que es posible que el tranvía se estrelle y los pasajeros se vean lesionados. No se preocupen, les dice un hombre. Sus cálculos muestra que los cadáveres amontonándose en frente del tranvía eventualmente desacelerarán al vehículo y hará que se detenga con seguridad. Cualquier intervención de los pasajeros sería imprudente y seguramente provocaría alguna represalia de parte del conductor. Peor aún, un pasajero problemático puede ser lanzado del vehículo para luego atropellado en su paso.

Tú, a diferencia de la mayoría de los pasajeros, estás mas preocupado por la masacre constante de fuera que por la futura seguridad de los pasajeros en el vehículo. Y sabes que tienes que hacer algo al respecto. Podrías intentar saltar de la ventana y escapar, pero el tranvía se lanzaría contra la multitud y perderías cualquier oportunidad de intervenir. Así que te decides por sabotear al tranvía desde adentro, cortando cables eléctricos o arrancando el piso y activando los frenos manualmente o desviándolo o haciendo cualquier cosa a tu disposición.

Tan pronto como los otros pasajeros se den cuenta de lo que estás haciendo, intentarán detenerte y tal vez matarte. Tú tienes que decidir si vas a detener el tranvía lentamente o con celeridad. El tranvía avanza tan rápidamente ahora que si tú lo detuvieras repentinamente, podrías arrojar a los pasajeros contra el asiento de enfrente o lanzarlos por los pasillos. Podrías matar algunos de ellos. Pero si lo detuvieras lentamente, quién sabe cuantas personas inocentes serán atropelladas por el tranvía mientras desacelera. Y si sólo lo desaceleras, el conductor podría reparar el daño y poner en marcha al tranvía otra vez.

Así que, ¿qué harás? Si decides detener el tranvía lo más rápido posible entonces has tomado la misma decisión que implementar la Fase IV. Has tomado la decisión en la que detener la destrucción lo más rápido posible es más importante que cualquier programa particular de reforma. Naturalmente, incluso deteniendo la destrucción lo más rápido posible, aun puedes tomar medidas para reducir las casualidades de las personas abordo del tranvía. Puedes decirle a la gente que tome asiento y se ponga el cinturón de seguridad o que se sujeten para absorber el impacto. Si ellos deciden escuchar es otra historia, pero esa sería responsabilidad de ellos, no la tuya.

Es importante no malinterpretar el objetivo de la Fase IV de este escenario futuro alternativo. El objetivo no es provocar fatalidades humanas. El propósito es detener la destrucción del planeta. El enemigo no es la población civil ni ninguna población, sino el sistema patológico sociopolítico económico. La destrucción ecológica en el planeta se debe principalmente a la industria y el capitalismo; el tema de la población es terciario si acaso. El punto de llevar al colapso la infraestructura industrial en este escenario, no es dañar a los seres humanos, al igual que lo sería con los pasajeros en el transcurso de detener el tranvía. El punto es reducir los daños lo más rápido posible y así, minimizar los daños que la cultura dominante ejerce sobre todas las criaturas vivas actuales y del futuro.

Esta no es una fase fácil para la población del movimiento expuesto. Parte de su trabajo en este escenario también consiste en ayudar a demoler la infraestructura, pero en su mayoría, estarían demoliendo la infraestructura económica y política de explotación, no la infraestructura física. En general, continúan haciendo lo que habían hecho en la fase previa, pero a una escala mayor y por un periodo mayor. El apoyo público se dirige hacia sistemas locales, democráticos, política y económicamente justos. Se realizan esfuerzos para afrontar las emergencias y lidiar con las partes más desagradables del colapso.

Objetivos:

  • Desmantelar la infraestructura crítica física que la civilización industrial requiere para funcionar.
  • Inducir el colapso industrial generalizado más allá de los sistemas económicos y políticos.
  • Utilizar acciones continuas y coordinadas para dificultar reparaciones y reemplazos.

Operaciones:

  • Concentrarse casi exclusivamente en operaciones decisivas y de sustento.

Organización:

  • Requiere redes clandestinas militantes bien desarrolladas.