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Estrategia de Combate Ecológico Decisivo

Objetivos

En este escenario el objetivo final del movimiento de resistencia primario es sencillamente un planeta vivo, un planeta no solamente vivo pero en recuperación, creciendo cada vez más vivo y prosperando en su diversidad año con año. Un planeta en el que los humanos vivan en comunidades igualitarias y sostenibles sin la explotación del planeta ni de sus semejantes.

Dado el estado actual de emergencia, esto se traduce a un objetivo más inmediato, el cual está en el corazón de la gran estrategia de este movimiento:

Objetivo 1: Desbaratar y desmantelar la civilización industrial, por lo tanto quitarle la habilidad de los poderosos de explotar a los marginados y de destruir al planeta.

El segundo objetivo del movimiento depende y refuerza el primero:

Objetivo 2: Defender y reconstruir comunidades humanas justas, sostenibles y autónomas, y, como parte de la labor, ayudar a la recuperación de la tierra.

Lograr estos objetivos requiere de amplias estrategias que involucren grandes cantidades de personas en muchas organizaciones diferentes, tanto clandestinas como movimientos expuestos. La estrategia primaria necesaria de este escenario teórico incluye lo siguiente:

Al describir este escenario alternativo futuro, debemos aclarar algunas frases abreviadas como "acciones contra la infraestructura industrial." No toda la infraestructura fue creada igual y no todas las acciones contra la infraestructura son de igual prioridad, eficacia o moralmente aceptables para los movimientos de resistencia de este escenario. Como lo escribió Derrick en Endgame, no puedes hacer argumentos morales haciendo estallar bombas en hospitales de niños. Por otro lado, no puedes hacer un argumento moral contra la acción de derribar torres de telecomunicaciones. Existe infraestructura accesible, otra difícil y otra más difícil.

Bajo la misma temática, existen diferentes mecanismos de colapso y no son iguales o igualmente deseables. En el escenario del Combate Ecológico Decisivo, algunos de los mecanismo son acelerados y motivados intencionalmente, mientras otros son retrasados y reducidos. Por ejemplo, el descenso energético por la disminución del consumo de combustibles fósiles es un mecanismo de colapso muy beneficioso para el planeta y humanos (en especial en el mediano y largo plazo) y se alienta este mecanismo. Por otro lado el colapso ecológico a través de la destrucción de hábitat y pérdida de biodiversidad es otro mecanismo de colapso (no obstante es uno que tardaría más en afectar a los humanos), y ese tipo de colapso es desacelerado o se detiene cuando es posible.

En términos generales, el colapso es una pérdida rápida de complejidad.16 Es un cambio hacia estructuras más pequeñas y más descentralizadas (sociales, políticas y económicas) con una menor estratificación social, regulación, control del comportamiento y reglamentación.17 Los mecanismos más importantes para el colapso incluyen (sin ningún orden en particular):

En este escenario, cada aspecto negativo del colapso de la civilización presenta una tendencia reciproca que el movimiento de resistencia apoya. El colapso de las grandes estructuras políticas autoritarias tiene una tendencia contraria de estructuras políticas de pequeña escala emergentes. El colapso del capitalismo industrial globalizado tiene una tendencia contraria de sistemas locales de intercambio, cooperación y ayuda mutua. Y como este, muchos ejemplos más. Hablando de manera más general, es este futuro alternativo, un pequeño grupo de personas en el movimiento clandestino derriban las grandes estructuras malas y un gran número de personas en el movimiento expuesto cultivan las pequeñas estructuras buenas.

En su libro, The Collapse of Complex Societies (El colapso de las sociedades complejas), Joseph Tainter argumenta que un mecanismo mayor para el colapso está relacionado con la complejidad de la sociedad. La complejidad es un término general que incluye el número de diferentes trabajos o roles en la sociedad (por ejemplo, no sólo los curadores sino los epidemiólogos, cirujanos especializados en traumas, gerentólogos, etc) el tamaño y complejidad de las estructuras políticas (por ejemplo, no sólo las asambleas populares pero una vasta cantidad de burocracias emergentes), el número y complejidad de artículos de manufactura y tecnología (por ejemplo, no sólo las lanzas pero también los distintos calibres y tipos de municiones), etc. Las civilizaciones tienden a intentar emplear la complejidad para resolver problemas y como resultado su complejidad incrementa con el tiempo.

Pero la complejidad tiene un costo. La caída de la civilización empieza cuando los costos de la complejidad empiezan a incrementar los beneficios; en otras palabras, cuando el aumento en la complejidad empieza a rendir menores retornos. En ese momento, los individuos, familias, comunidades y subunidades políticas y sociales tienen un desincentivo para participar en la civilización. La complejidad continúa incrementando, sí, pero cada vez se vuelve más cara. Eventualmente los costos inflados obligan que la civilización colapse y las personas recaen en organizaciones más pequeñas y locales y grupos sociales.

Parte del trabajo del movimiento de resistencia es incrementar el costo y reducir el rendimiento de la complejidad a la escala del imperio. Esto no requiere colapso instantáneo o acciones globales dramáticas. Incluso las acciones pequeñas pueden incrementar el costo de la complejidad y acelerar los aspectos positivos del colapso mientras reduce los negativos.

Parte del argumento de Tainter consiste en que la sociedad moderna no colapsará de la misma manera que las sociedades antecesoras, porque la complejidad (a través de los ejemplos de la agricultura a gran escala y la extracción de combustibles fósiles) se ha vuelto una necesidad básica subyacente para la vida humana, en lugar de un beneficio secundario. Muchas sociedades en la historia colapsaron cuando las personas regresaron a pueblos y vida tradicional menos compleja. Ellos eligieron tomar ese rumbo. Las personas modernas no lo harán, al menos no a una gran escala, en parte porque los pueblos han desaparecido y las formas tradicionales de vida ya no les son directamente accesibles a ellos. Lo que quiere decir que las personas en la civilización moderna están atadas, y muchos continuarán luchando por una civilización industrial aun cuando continúe probando de manera evidente que es contraproducente. Bajo un escenario de Combate Ecológico Decisivo, los activistas de movimientos expuestos facilitarán este aspecto del colapso desarrollando alternativas que liberarán la presión y alentarán a las personas a abandonar al capitalismo industrial por su propia decisión.

Existe algo admirable sobre el concepto de guerra popular prolongada que se utilizó en China y Vietnam. Es una idea elegante, si la guerra se puede describir en algún momento con esos términos; la idea central es adaptable y aplicable incluso al enfrentar los mayores reveses y giros del destino.

Pero la guerra popular prolongada en si misma no se aplica al futuro particular en discusión. Las personas en ese escenario jamás tendrán los números requeridos para poder prolongar la guerra. Pero además, enfrentarán un tipo diferente de adversario, para el que serían aplicables tácticas diferentes. Así que tomarían la idea esencial de guerra popular prolongada y la aplicarían a su propia situación, aquella necesaria para salvar al planeta, para derrocar la civilización industrial y mantenerla abajo. Y generarán una nueva gran estrategia basada en un sencillo continuo de pasos que fluyan lógicamente uno después del otro.