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Así que, ¿cómo podemos utilizar lo que conocemos sobre la estructura de la civilización industrial y sobre los problemas más urgentes que ha generado para informar nuestra estrategia y tácticas? Está claro que algunas "soluciones" pueden ser descartadas inmediatamente o podemos reducir su prioridad porque no funcionarán en una escala de tiempo razonable; y no hay tiempo que perder. Desafortunadamente, la mayoría de las soluciones que ofrecen los apologistas de aquellos en el poder caen en esta categoría.

Las soluciones menos efectivas o inefectivas son más propensas a tener una o más de las siguientes características:

Pueden reforzar las disparidades existentes de poder. Virtualmente es más probable que cualquier solución basada en el capitalismo corporativo cumpla con este criterio. Cuando Monsanto crea genéticamente una planta para que requiera de menos pesticidas, no lo hacen para ayudar al planeta, lo hace para captar dinero, y así incrementar su poder. Los regímenes del comercio de carbono son un claro ejemplo de este problema, son estafas que permiten a las corporaciones arrastrar más ganancias mientras evitan cualquier responsabilidad real y pasan los costos a las personas normales. (Si no te parece claro cómo sucede esto, considera cuánto dinero la persona promedio pagó en impuestos este año y luego pregúntate cómo es que General Electric pagó cero dólares.)73

Las soluciones inefectivas también suprimen la autonomía o sostenibilidad que obstaculizan las ganancias. Esto es cierto tanto ahora como en el pasado histórico. Otra manera de decirlo sería que todas las soluciones de aquellos en el poder que actúan contra sus intereses personales o que de otra manera se comportan de forma tal que contradicen fundamentalmente sus propios patrones de conducta, serán sin duda inefectivos, porque esas soluciones no serán implementadas de manera voluntaria por aquellos en el poder.

Aquellas soluciones que confían en las tecno-soluciones o en las élites tecnológicas y políticas actuando a través de la infraestructura de gran escala serán inefectivas. Las tecnologías adecuadas ya existen (por ejemplo, los pozos manuales en India) para satisfacer las necesidades humanas, pero ya sea que no son implementadas o sencillamente terminan ignoradas para favorecer tecnologías que son más dañinas. Además, las soluciones sugeridas están a menudo apiladas encima de (y de esa manera crean un dependencia de) la infraestructura destructiva que ya existe, en lugar de trabajar fuera de ella. Los paneles solares fotovoltáicos son una solución sugerida a los problemas causados por la civilización industrial, pero la fabricación de estos paneles requiere más industria y no aborda las causas de raíz.

Las soluciones que promueven un aumento en el consumo y crecimiento poblacional como una "solución" a los problemas existentes tampoco funcionarán. Si has llegado hasta este punto, probablemente estarás de acuerdo con nosotros de que cualquier solución que promueva que las personas consuman más (aunque se trate de ingeniosas camionetas híbridas) probablemente no va a ser una respuesta adecuada a nuestro problema. Y aumentar la población como una solución a los problemas humanos es, por supuesto, ridículo. Este curso de acción es a veces discutido ya que sugiere que al haber más humanos habría más creatividad. Pero multiplicar la cantidad de personas en el planeta no multiplicará la calidad o cantidad de soluciones producidas. El doble del número de personas comerá el doble, beberá el doble y utilizará el doble de energía, etcétera.

Los intentos por resolver un solo problema sin considerar a los otros problemas también serán inefectivos. Este tipo de consideración surge junto con las"soluciones" que intentan resolver los problemas energéticos. Por ejemplo, el uso del etanol del maíz ha sido repetidamente orientado como un reemplazo al petróleo. Pero el aumento del uso del maíz para hacer etanol empeoraría la destrucción del hábitat (al requerir más territorios para la agricultura) al igual que perjudicaría los suelos y agua. Peor aún, el etanol producido a partir del maíz genera solamente una pequeña cantidad de energía de la requerida para cultivar y procesar ese maíz.

Tómese la misma consideración para las soluciones que involucran grandes retrasos y posponen la toma de acción en un futuro distante, por ejemplo las reducciones voluntarias de emisiones con un objetivo fechado para el 2050. Es casi imposible catalogar las consecuencias del retraso futuro. Cada día significa que más culturas sustentables han sido destruidas, más especies terminan extintas, más puntos de inflexión son sobrepasados y sufrimos más pérdidas permanentes. Cada día también significa un incremento en la brecha entre la población humana y la capacidad de carga, una brecha que tendremos que enfrentar en un futuro no muy lejano.

Es cierto que hay un interés en aumento por la ecología y la vida sostenible alrededor del mundo. Pero sin contar cómo lo midas, no puedes argumentar de manera razonable que este cambio psicológico hacia la sostenibilidad está pasando más rápido que los daños realizados por la civilización industrial. Es genial que exista un interés en aumento por la jardinería orgánica en el primer mundo, pero, mientras tanto, millones de personas que se basan en su territorio de sustento, que viven en el tercer mundo, son desterrados, lo cual significa que no pueden cultivar más su propia comida. Los jardines orgánicos del primer mundo son solamente un goteo comparado con esa inundación. Y previo a la Segunda Guerra Mundial y a la invención de los pesticidas químicos, toda la jardinería era orgánica. En realidad no estamos ganando terreno.

Un problema similar aplica a la tecnología. Algunas personas dicen que simplemente tenemos que esperar hasta que las tecnologías verdes de avanzada superen a las insostenibles tecnologías modernas , pero esto no hace sentido; las tecnologías insostenibles tienen un borde económico porque toman más de lo que devuelven.74 Veamos el problema de la reducción de los acuíferos en China, donde los mantos freáticos están bajando de nivel varios metros por año. Puede ser que todavía sea posible utilizar bombas manuales en esas áreas. Digamos que esperamos un par de décadas para que las celdas solares económicas y las bombas de agua se vuelvan accesibles a la población rural de China. Aún así, los mantos freáticos habrán bajado tanto que dependerán de esas bombas alimentadas con celdas solares porque sus pozos manuales estarán secos. El propósito de esas bombas será compensar por el daño ecológico causado durante el tiempo que tomó desarrollarlas, en otras palabras, no será más fácil acceder al agua y requerirá más gasto y equipo del que podrán pagar. Un paso hacia adelante y dos pasos para atrás. Ya que el daño ha sucedido mucho más rápido de lo que se puede recuperar, y a menudo es más severo que lo que incluso las tecnologías más optimistas puedan compensar, los retrasos significativos no son aceptables.

Siguen las soluciones que se enfocan en cambiar los estilos de vida individuales, las cuales tampoco son efectivas. Como ya lo hemos discutido en este libro y otras partes, nuestros problemas son primordialmente de naturaleza sistémica, no individual. Más aún, las soluciones de estilo de vida promueven la creencia entre las personas a que sólo se pueden identificar como consumidores y a restringir sus capacidades únicamente a consumir. Este es un acercamiento extremadamente limitante que nos aleja de nuestra identidad como seres humanos, como miembro de comunidades humanas y de las comunidades vivas; y en general, como criaturas vivientes. La idea que números grandes de personas simplemente van a retirarse de la economía capitalista es una fantasía. Si tuviéramos un número lo suficientemente vasto de personas comprometidas para hacer una hendidura en el consumo global, tendríamos un número lo suficientemente grande de personas comprometidas para ejercer una fuerza política seria contra las instituciones destructivas.

De manera muy relacionada, muchas soluciones inefectivas que siguen siendo sugeridas son principalmente gestos, simbolismos o acciones triviales y representan un acercamiento superficial. Este tipo de soluciones son lo que William R. Catton Jr. llamó "cosméticas"; "la fe en que ajustes relativamente superficiales en nuestras actividades" mantendrán la era industrial andando, resultan de un reconocimiento del hecho de que la civilización industrial está destruyendo al mundo, pero una negación a aceptar por completo las implicaciones de este problema. Por lo tanto, cambiar al uso de focos fluorescentes puede ofrecer algún alivio de culpa, pero considerar eso como algún tipo de solución significativa es ignorar la naturaleza de nuestro predicamento.

Otras se concentran en causas superficiales o secundarias, en lugar del principal factor causal. Un claro ejemplo está en que algunas personas y organizaciones dirigen su foco central en la sobrepoblación. El daño causado por los seres humanos es principalmente el resultado del sobreconsumo, no la sobrepoblación. Aunque los habitantes del primer mundo puedan consumir 30 veces más recursos que un habitante del tercer mundo, al concentrarse en la sobrepoblación, sustituyen su responsabilidad con los problemas "ocasionados por esas personas". Este hecho ignora que inclusive las familias más numerosas del tercer mundo consumen menos que un solo habitante del primer mundo. Además, la sobrepoblación que existe es en su mayoría causada por la insostenible tecnología industrial, el agotamiento de recursos y conquista que crean una capacidad de carga fantasma.75

Los argumentos alrededor de la sobrepoblación actúan bajo influencia del racismo que recarga la culpa en las personas de color del tercer mundo. Además, problemas como la malnutrición o el hambre en el tercer mundo a menudo son adjudicados a "su retraso" y falta de infraestructura industrial o conocimientos técnicos. Por supuesto que la clave para reducir el daño es, y siempre ha sido, reducir el consumo y la capacidad de las civilizaciones industriales de agotar los recursos y expandirse hacia territorios y hábitat que le pertenece a otros.

Con eso dicho, cabe recalcar que el hecho de que la sobrepoblación no es el problema principal no significa que seamos inmunes a las consecuencias de aumentar la cantidad de personas. Hay más humanos en el planeta de lo que el planeta puede mantener (industrializados o de cualquier tipo). Cuando los mecanismos para el agotamiento de recursos cesen, nosotros, en especial nuestro hijos hipotéticos, tendremos que lidiar con las consecuencias y mientras haya menos humanos al momento, las dificultades serán menores.

En general, la peor deficiencia de la mayoría de las soluciones sugeridas se debe a que no son congruentes con la severidad del problema, la ventana de tiempo disponible para tomar acciones efectivas o el número de personas necesarias para que se tomen las acciones requeridas. La solución no debe depender de la suposición que números vastos de personas actuarán en contra de sus inclinaciones iniciales si no podemos razonablemente esperar que eso suceda. Si quisiéramos recluirnos en la idea de que la solución a un problema como el calentamiento global es que todos de manera voluntaria dejen de utilizar combustibles fósiles, entonces tendríamos que creer de manera razonable que ese es un escenario plausible. Desafortunadamente, no lo es.

En contraste, las soluciones efectivas (o al menos, más efectivas) comparten una serie de características diferentes:

Atienden los problemas de raíz y están basados en un entendimiento del panorama general de la situación. Incluyen una visión a largo plazo de la situación, una crítica a la civilización y un plan a largo plazo.

Uno de los corolarios que se puede determinar es que las soluciones deben integrar un mayor nivel de rigor estratégico. No deben estar basadas en ideas hermosas que terminan siendo meras abstracciones sobre lo que podría conformar un mundo mejor, pero en su lugar derivarse de una estrategia tangible que proponga un plan de acción del punto A al punto B.

Habilitan que muchas personas diferentes puedan trabajar y abordar el problema. En lugar de depender de las élites, las soluciones deben de empoderar a cuantas personas sea posible para que participen. Esto no es lo mismo que exigir a cada persona que tome acciones para derrocar la civilización o requerir que la mayor parte de la población actúe de manera tal que de forma razonable no esperemos que realmente actúen así. Sí significa que, de la manera posible, nuestra estrategia incluya una manera para que todos, desde las personas más restringidas a las más militantes, puedan participar en un rol si así lo desean.

Las soluciones efectivas son adecuadas a la escala del problema, y toman en consideración un plazo de tiempo razonable requerido para la acción y el número de personas que se espera actúen. Si sólo podemos esperar que un número pequeño de personas tomen acciones serias, entonces nuestros planes deben requerir un número pequeño de personas.

Involucran acción inmediata Y planeación de acciones a largo plazo. Crisis como el calentamiento global no pueden ser abordadas lo suficientemente rápido. Las acciones más inmediatas deben tener como objetivo a los peores actores de cada peligro, y deben ejecutarse tan rápido como sea posible. Las acciones subsecuentes deben descender en la escala de severidad.

Hacen el máximo uso de las palancas y puntos de apoyo disponibles. Lo cual significa emplear nuestras destrezas y tomar ventaja de las debilidades de aquellos que están tratando de destruir el mundo. Cada acto debe ocasionar el mayor impacto posible en la mayor cantidad de problemas disponibles.

Finalmente, deben ser soluciones que de manera directa o indirecta sean efectivas para desmantelar la civilización.