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Capítulo 1

El Problema

por Lierre Keith

Uno no puede vivir una vida política, uno no puede llevar a cabo una vida moral sin la disposición para abrir los ojos y ver al mundo con mayor claridad. Ver las injusticias que ocurren a nuestro alrededor. Intenta hacerte consciente de lo que está pasando en el mundo. Y cuando ganas conciencia tienes la responsabilidad de actuar.

—Bill Ayers, co-fundador de Weather Underground

Un charrán negro pesa cerca de dos onzas (menos de un kilogramo). Usando reservas de energía menores a una pequeña bolsa de M&M's y con alas que se estiran para cubrir doce pulgadas (treinta centímetros), vuela miles de millas buscando humedales para criar a su progenie. Cada año el viaje se alarga debido a que los humedales se van desecando para satisfacer las demandas humanas. Cada año, el charrán desesperado y hambriento, va perdiendo mientras la civilización, sin limitaciones y sanguinaria, gana.

Un oso polar debe pesar 650 libras (300 kilogramos). Sus reservas de energía le deben durar alrededor de nueve largos meses de oscura gestación en su refugio y luego durante la lactancia, cuando ella necesitará ceder sus últimas reservas para alimentar las necesitadas bocas del futuro de su especie. Pero en algunas zonas el peso de las mamás oso, previo a la hibernación, ya ha bajado de 650 a 507 libras (230 kilogramos).1 Mientras tanto, al igual que con los humedales, el hielo se ha evaporado. Cuando ella despierta las aguas se extienden abiertas e insondables; no hay dios abrahámico de los osos que les brinde alguna ayuda.

El caracol Aldabra debería pesar cuando menos algo, pero todo lo que queda de ellos son sus esqueletos, pedazos vacíos de cascarones naranja e índigo. El caracol ha sido declarado no sólo en estado de extinción,10 pero también como la primera fatalidad del calentamiento global. En los periodos de sequía, el caracol hibernaba. Los más jóvenes de cualquier especie son los más vulnerables, ya que no tienen ninguna reserva para alimentarse. En este caso, el "éxito reproductivo" de los adultos fue un "rotundo fracaso".2 En términos llanos, los bebés nacían y seguido morían y así una especie de millones de años de antigüedad ahora yace como una pila de fragmentos de conchas.

¿Cuál es tu capacidad personal de carga para el dolor, la ira y la desolación? Vivimos en un periodo de extinción masiva. Los números indican que se pierden 200 especies por día.3 Lo cual iguala a 73,000 al año. Esta cultura ha ignorado los resultados de su paso, se siente legitimada para acabar con cada nicho, y no hay ninguna divulgación en los noticieros.

Hay un nombre para este tsunami de exterminación: el evento de la Extinción del Holoceno. Esta vez no hay ningún asteroide, sólo el comportamiento humano, comportamiento que puede decidir detenerse. La excusa de Adolph Eichman era que nadie le había dicho que los campos de concentración estaban mal. Todos hemos visto las fotografías de osos polares ahogándose. ¿Somos tan éticamente insensibles que se nos debe decir que eso está mal?

Hay voces que se alzan preocupadas, incluso con angustia, ante la situación desastrosa de la Tierra, la pérdida de sus especies. "Sólo la reducción a cero emisiones puede prevenir que el planeta se caliente", declaran un par de climatólogos.4 James Lovelock, creador de la Hipótesis de Gaia, declara sin rodeos que el calentamiento global ha pasado su punto de retorno, la compensación del carbono es ridícula, y los "ajustes individuales al estilo de vida" son "una fantasía ilusoria".5 Todo es verdad y resulta ser muy evidente. Una "vida sencilla" debe empezar con una observación sencilla: si quemar combustibles fósiles matará al planeta, se debe detener su combustión.

Pero esa conclusión, con todo y su evidente claridad, no es la más popular para sacar a colación. El momento en que los formuladores de políticas y grupos ambientalistas empiezan a ofrecer soluciones, es el momento preciso cuando dejan de hablar con la verdad, por ser inconveniente o molesta. El primer patrocinador de la Earth Campaign (Campaña de la Tierra), fue Google "soluciones al calentamiento global", diciendo "¡¡¡No más fatalidad y pesimismo!!! ¿Cuándo fue la última vez que la depresión te haya motivado realmente? Estamos para inspirar acciones y pasos realistas e historias de éxito". Por "realistas" no se refieren a soluciones que en verdad estén a la altura del problema. Se refieren a las decisiones personales de consumo –bolsas de tela para el supermercado, tazas y botellas reutilizables y consejos dietéticos mal orientados– las cuales no lograrán absolutamente nada para detener el paso de la industrialización, capitalismo y patriarcado que están hundiendo al planeta vivo. Como Derrick ha señalado en otros escritos, aun cuando cada americano tomara cada una de las acciones individuales sugeridas por Al Gore, sólo se reducirían las emisiones de gases de efecto invernadero en un 21 por ciento 6. Aric dice la cruda realidad: aunque a través de llevar una vida sencilla y de reciclaje riguroso detuvieras tu propio promedio de generación de basura que es de una producción anual de una tonelada por americano, "tu parte asignada de deshechos industriales per cápita producidos en los EU, permanecería de veintiséis toneladas. Lo cual equivale a treinta y siete veces la cantidad de basura que serías capaz de evitar al eliminar el 100 por ciento de tus deshechos personales".7 La industrialización por sí misma es lo que debe ser detenida. No existe su versión más noble, su versión más verde que generará el cambio que nos permitirá mantener un planeta vivo. En términos llanos, la industrialización es el proceso de tomar comunidades enteras de seres vivos y transformarlas en comodidades de consumo y zonas muertas. ¿Podría hacerse de manera más "eficiente"? Seguramente sí, podríamos usar menos combustibles fósiles, pero al final terminamos con los mimos vertederos en tierra, agua y cielo. Podríamos extender esta jugada por 20 años más, pero el planeta muere de todas formas. Si rastreamos cada artefacto industrial a su fuente de origen –lo cual no es difícil, ya que dejan caminos de sangre– encontrarás la misma devastación: minería, deforestación, represas y agricultura. Ahora tenemos las arenas bituminosas, la demolición de cimas de montaña, granjas eólicas (las cuales podrían llamarse granjas de exterminio para aves y murciélagos). Ninguna cantidad de energía renovable va a poder equiparar a la energía de los combustibles fósiles o va a cambiar la naturaleza destructiva de su extracción, de los que ambos son requisitos previos para este modo de vida. Ni los combustibles fósiles ni la extracción de sustancias jamás serán sostenibles; por definición, se agotarán. Llevar una bolsa de tela al supermercado, aunque llegues ahí caminando en tus "Sandalias Contra el Calentamiento Global", no detendrá la destrucción causada por las arenas bituminosas. Pero dado que estas acciones no molestarán a nadie, son declaradas como si fueran realistas y exitosas.

En la siguiente página de Internet para la "Toma de Acción" sugieren lo usual: comprar focos de luz, inflar llantas, llenar la lavaplatos, reducir el tiempo en la ducha y re-acomodar las sillas del pórtico. También incluye las cruciales "Pulseras del Calentamiento Global" y más importante aún, sus sandalias. Los osos polares en todas partes ya pueden llorar de alivio y relajarse.

El primer sitio no comercial es la Unión de Científicos Preocupados. Como sería de esperar, no hay signos de exclamación, pero en su lugar la declaración que "la quema de combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas natural) por sí sola cuenta por un 75 por ciento de la generación de emisiones de CO2". Lo cual es acompañado con una lista de Cinco Pasos Sensibles. ¿Primer paso? No, no es dejar de quemar combustibles fósiles sino: "Construir Mejores Coches y Camionetas". No tomes en consideración que los automóviles mismos son un tipo de contaminación con exigencias de espacio, velocidad y combustible que están en contraposición absoluta con respecto a las necesidades de tanto las comunidades humanas viables y un planeta vivo. Como todos los demás, los científicos se rehúsan a cuestionar la civilización industrial. Pero, podemos tener un planeta vivo y el consumo que lo está matando, ¿o no?

El principio aquí es muy sencillo. Como Derrick ha escrito, "cualquier sistema social basado en el uso de recursos no renovables es por definición insostenible”.8 Para ser claros, "no renovable" significa que eventualmente se va a terminar. Una vez que has comprendido esta complejidad intelectual puedes continuar al siguiente nivel. "Cualquier cultura basada en el uso no renovable de recursos renovables es insostenible". Los árboles son renovables. Pero si los usamos más rápido de lo que pueden crecer, el bosque se volverá un desierto. Y eso es precisamente lo que la civilización ha estado haciendo por los últimos 10,000 años, acabando con la tierra arable, los ríos y bosques al igual que los metales, carbón y petróleo. Ahora los océanos están casi por completo muertos y su población de plancton, que realiza el trabajo doble de alimentar la vida en los océanos y crear el oxígeno para el planeta, está colapsando. ¿Con qué llenaremos nuestro pulmones una vez que hayan desaparecido? ¿Acaso usaremos los plásticos con los que la civilización industrial reemplaza al plancton día a día? Hay partes en el Océano Pacífico donde el plástico supera el peso del plancton en una proporción de 48 a 1.9 Imagina que se tratara de tu sangre y tu corazón, que estuvieran acorralados por materiales tóxicos, no sólo químicos, pero basura física, hasta el punto en que hubiera diez veces más basura que la materia que conforma tu propio ser. ¿Cuál sería la metáfora más acertada para la muerte del fitoplancton? ¿El cáncer, la sofocación o la crucifixión?

Pero los océanos no necesitan nuestras metáforas. Necesitan acciones. Necesitan que la civilización industrial detenga su destrucción y su apetito voraz. En otras palabras, necesita que nosotros hagamos que se detenga.

Esta es la razón por la que estamos escribiendo este libro.